... ¿CUÁNDO?

¿Cuando nuestros ojos iban a contemplar en carne viva a la sinrazón y la necedad?, ¿cuándo – pregunto nuevamente- nuestras mentes iban siquiera a dar cabida a un semblante incoherente que intenta partir nuestro país cual resolución bíblica?.

Por fin un día, las venas de mi pueblo se unieron y se levantaron no en armas, sino en ideologías, esperanzas y trabajo colectivo , nuestros dedos intentaron marcar el rumbo de nuestro país aquel tan citado 2 de Julio, sin embargo las lágrimas de una confianza abierta hoy ruedan por las calles de una ciudad en coma y paralizada mas por la perturbación que por la supuesta incógnita de los hombres amarillentos cual dedos bañados de cigarro.

La confianza de miles de Mexicanos se ve atacada cual acto terrorista por unos cuantos, sublevados por la codicia y el hambre de poder, las razones, sea cual sea, nunca serán suficientes a sus oídos torpes e insanos, pues no hay competencia justa si ellos no van a la cabeza, aunque su triste realidad se desmorone tan tristemente como la casa de un cerdo derribada por un soplo de coherencia.

Cuando por fin los Mexicanos hacen valer su poder soberano y democrático, se pone en tela de juicio su participación activa, decisiva y parte aguas en la historia, aun cuando una sola persona osa atacar aun a los hombres de su propio sol, un sol nunca azteca porque nunca serán dignos de tan bello legado, la estirpe de mis ancestros jamás fue tan insultada de forma tan soez y denigrante.

¿Cuándo por fin mis hombres podrán mirarse a los ojos y saberse ciertos de sus actos?, ¿Cuándo en mi país, la política dejará de ser el juego sucio que perturba las ondeantes aguas de mi orgullo Nacional?, ¿cuándo por fin, dejaremos de ser esclavos de la ineptitud, la negligencia y el poder? y ¿cuándo por fin, mi verdadera sangre Mexicana se seguirá dejando engañar por las palabras de estos maestros de la demagogia? ... ¿cuándo?.

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Omar González Vázquez 20 de Septiembre de 2006